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La historia de Azucena

El testimonio de esperanza y gratitud de una hija, por Mylene Juan

La historia de Azucena

Domingo, 13 de julio de 2008: Durante dos años, el bulto de mi madre en el pecho había crecido, convirtiéndose en una llaga putrefacta del tamaño de un puño. Hace ya un mes que le hicieron una biopsia y los médicos no han hecho nada, aparte de tratarlo con una simple solución de agua oxigenada y lejía.

La biopsia mostró que mi madre, Azucena, tiene un carcinoma ductal infiltrante y su oncólogo le recomendó quimioterapia y cirugía. Pero, además del cáncer, nuestra preocupación era la económica. No hay seguro, y para pagar siquiera una sesión de quimioterapia, se necesitaría el sueldo de todo un mes; tendría que dejar la escuela de enfermería.

Busqué en Internet organizaciones que pudieran patrocinar el tratamiento de mi madre. Un amigo me había recomendado un medicamento llamado Rexin-G, así que lo introduje en un buscador y llegué al sitio web de Epeius Biotech. Les envié un correo electrónico a las 7:22 p.m. Mi corazón latía con fuerza cuando vi una respuesta en unos 2 minutos. ¿Quién más podría estar trabajando en una oficina un domingo por la noche, aparte de mí, y no era una respuesta automática? La Dra. Erlinda Gordon, presidenta de la junta directiva de Epius, directora médica y gerente de operaciones, escribió para decir que lamentaba la enfermedad de mi madre y me dirigió a otros recursos, incluida la Sra. De Guzmán.

Martes 15 de julio de 2008: Llamé a la Sra. De Guzman y le conté sobre la condición de mi mamá y mi incapacidad de hacerla tratar. Ella me dijo que le preguntaría al Dr. Gordon si mi mamá calificaría para una subvención para recibir tratamiento en los Estados Unidos.

Jueves, 17 de julio de 2008: Recibí una llamada de la Sra. De Guzmán y me dijo que mis oraciones habían sido contestadas - el Dr. Gordon se había puesto en contacto con la Fundación del Cáncer Lazarex y ellos pagarían su tratamiento. Apenas podía hablar y estaba llorando de alegría y felicidad. Todo lo que pude pronunciar fue "Gracias, gracias Señor".

Martes, 22 de julio de 2008: Pasamos de no tener ninguna esperanza a tener una esperanza que brilla tanto. Epeius Biotech y la Fundación contra el Cáncer Lazarex llegaron a nuestras vidas y abrieron rápidamente la puerta a la recuperación de mi madre. La larga espera había terminado. Ahora está siendo controlada cuidadosamente en el Hospital General de China, donde recibe dosis de Rexin-G tres veces a la semana y un tratamiento oncológico de última generación. Doy las gracias a Dios por obrar en los corazones de los hombres para proveer a mi madre.