Ellie S. era un bebé cuando su madre, Andrea, recibió la devastadora noticia: Ellie tenía un tumor en la columna vertebral; era un neuroblastoma en fase 2. Los médicos la operaron y, basándose en las imágenes, pensaron que lo tenían todo. Por desgracia, no fue así.
4 años después, Ellie tenía problemas para abrir el ojo completamente y sus pupilas no se dilataban. Andrea sabía que algo no iba bien. Resulta que los médicos de Ellie habían estado leyendo sus escáneres incorrectamente durante años. El cáncer había progresado.
"Estaba por todas partes", dijo Andrea, "las imágenes revelaron 7 puntos cancerosos diferentes: en su cadera, su cabeza, había enfermedad de los tejidos blandos". El cáncer de Ellie había hecho metástasis y estaba en fase 4. Comenzó con el protocolo estándar: 5 rondas de quimioterapia. También necesitaba un trasplante de células madre. Pero al final, el tratamiento estándar no estaba surtiendo efecto.
Andrea empezó a buscar otras opciones para salvar a su hija. Encontró un ensayo clínico en el Memorial Sloan Kettering y, en 2015, Ellie empezó a participar en él. Ellie y sus padres viajaron desde su casa en Minnesota hasta el lugar del ensayo en Nueva York más de 50 veces y los gastos de viaje se acumulaban rápidamente. Ella gastaba unos dos mil dólares en cada viaje y poco a poco iba agotando su cuenta de ahorros y los fondos para la universidad. "Hicimos un par de recaudaciones", recuerda Andrea, "pero nunca fue suficiente".
A los 2 años de la prueba, mientras veía las noticias nocturnas de la NBC en 2017, Andrea se enteró de la existencia de la Fundación contra el Cáncer Lazarex. "Lo solicité y Lazarex se lanzó a ayudar, reembolsándonos todos los costosos gastos de viaje". Andrea dice: "Ahora que nos reembolsan, nos quita el estrés de estos viajes. La ayuda ha sido tremenda... una enorme bendición. Por fin podemos empezar a centrarnos en la salud y no en la sangría económica".
Hoy Ellie tiene 8 años y su pronóstico ha dado un giro milagroso. Gracias al ensayo clínico, los tumores de Ellie han desaparecido y los médicos dicen que ya no tiene cáncer. Sigue participando en el ensayo para evitar una recaída. Andrea da crédito a Lazarex por permitirles mantener el curso del ensayo.