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George Ocampo

George Ocampo siempre ha sido activo y saludable. Hace ejercicio en el gimnasio con regularidad, juega al baloncesto y al sóftbol, va a la bolera todas las semanas y es entrenador de deportes infantiles. Por eso, cuando tuvo un poco de dolor e hinchazón en el estómago, no le prestó mucha atención.

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Sin embargo, el dolor persistía. Después de 10 días, acudió a urgencias con lo que pensó que era un cálculo renal. Y así fue, las pruebas revelaron lo que George llamó "una roca". Pero esa "roca" resultó ser ser un tumor... en su páncreas.

Eso fue en abril de 2018. George se vio obligado a dejar su trabajo para centrarse en su salud. Los médicos le pusieron inmediatamente en quimio y radiación estándar, un curso de terapia que duraría 6 meses. ¿Las buenas noticias? Las primeras 6 rondas funcionaron, reduciendo su tumor en un 50%. Sin embargo, las segundas 6 no lo hicieron. George dice que estaba claro que necesitaba un Ave María.

"Mi oncólogo encontró un ensayo clínico para mí en la UCSF", dijo dijo George. El problema era que tenía que ir allí todas las semanas. Como no se sentía bien, su mujer se tomó tiempo libre del trabajo para del trabajo para acompañarle en el viaje, que duraba cuatro horas de ida y vuelta. "Mi mujer y yo salíamos el domingo, pasábamos la noche y volvíamos a casa al día siguiente. Fue duro tanto financiera como mentalmente. Pero dijimos dijimos que haríamos lo que pudiéramos y esperaríamos lo mejor".

Después de dos viajes, los gastos de viaje ya se estaban acumulando. Un coordinador de ensayos clínicos de la UCSF ofreció a George una opción: Lazarex Cancer Foundation. Se enteró de que le reembolsarían la gasolina, el aparcamiento y las estancias en hoteles para aliviar la creciente tensión financiera. "Fue un gran alivio", recuerda George. "Enseguida empezamos a aprovechar los recursos que ofrece Lazarex y me sentí muy feliz. Ya teníamos una tensión tremenda desde que no pudimos trabajar. Lazarex eliminó la tensión".

El ensayo clínico que combina la quimioterapia con la inmunoterapia comenzó en julio. Al principio las cosas parecían ir bien, sin embargo, George tuvo un reciente contratiempo que le hizo interrumpir el ensayo. Sus oncólogos están buscando ahora otras opciones. George es optimista en cuanto a la aparición de un nuevo ensayo. Está deseando volver a su estilo de vida activo. Mientras tanto, dice que está eternamente agradecido a Lazarex. "Sin su ayuda, otro ensayo clínico podría no ser siquiera una opción porque no podemos permitirnos los gastos de viaje".