Menú Cerrar

La historia de Jessica

Jessica

Me llamo Jessica Marriott. Soy consejera de matriculación de posgrado en una universidad privada del sur de California. Trabajo con estudiantes internacionales que entran en Estados Unidos para estudiar a nivel de posgrado y doctorado. Tengo 3 hijos y 8 nietos. El 4 de marzo de 2009, después de ir al médico para un examen físico, me diagnosticaron leucemia mielógena crónica. Tenía 46 años en el momento del diagnóstico. Recuerdo la conmoción cuando me senté allí con mi médico y me explicó un poco lo que estaba pasando dentro de mi cuerpo a nivel cromosómico.

Me remitieron a uno de los mejores oncólogos de este campo en el centro médico de la UCLA. Todavía puedo sentir el miedo que me invadió cuando me di cuenta de que tenía cáncer. Mi oncólogo me recetó uno de los medicamentos aprobados por la FDA (hay 3) llamado Gleevec. Al principio, este medicamento parecía funcionar y mis recuentos sanguíneos empezaron a bajar a los parámetros normales. Los efectos secundarios de este medicamento eran terribles. Estuve con este tratamiento sólo unos 4 meses antes de que mis recuentos sanguíneos empezaran a dispararse y mi oncólogo determinara que este medicamento no era eficaz. Temía que me hubiera vuelto "resistente", lo que se confirmó más tarde. Entonces me puso en el segundo de los 3 fármacos aprobados por la FDA, que no fue eficaz. Otras pruebas revelaron que mi cuerpo había desarrollado una "mutación" que impedía que los fármacos fueran eficaces. El único paso que quedaba por dar era un trasplante de médula ósea. Este trasplante devastaría mi cuerpo y tardaría un año o más en recuperarme. El shock se apoderó de mí mientras procesaba esta información en mi mente y recorría el proceso de quimioterapia, radiación y lo que me haría. Mientras me preparaba mental y emocionalmente para este procedimiento, mi oncólogo se puso en contacto conmigo y me habló de un ensayo clínico que se estaba llevando a cabo en la Universidad de California, San Francisco (UCSF) y quería saber si podía participar.

Participar en el ensayo clínico significaba hacer varios viajes a San Francisco para determinar si cumplía los requisitos para participar en el ensayo y, a continuación, trasladarme a San Francisco durante varios meses y dejar mi trabajo y mi vida en suspenso. Las implicaciones financieras eran desalentadoras y parecían insuperables. Durante la visita de consulta en la UCSF, me presentaron a la Fundación contra el Cáncer Lazarex y me dijeron que podrían ayudarme. Desde mi primer contacto con Lazarex me sorprendió su sensibilidad y capacidad de respuesta. Con la ayuda de Lazarex, pude trasladarme y participar en el ensayo. No puedo dejar de recalcar lo importante que ha sido Lazarex para mí. Desde entonces me he mudado a mi casa y he vuelto a trabajar, pero sigo viajando a la UCSF todos los meses para realizar las pruebas y para recoger la medicación, ya que no se puede comprar sin receta. Lazarex ha estado conmigo en todo momento ayudándome. El 21 de mayo de 2010, recibí otro correo electrónico que me cambió la vida de mi oncólogo de la UCSF en el que me informaba de que los resultados de mi biopsia de médula ósea más reciente indican que la medicación que he estado tomando como parte del ensayo clínico ha sido tremendamente exitosa y que hay una respuesta citogénica del 100%. Esto significa que no hay evidencia de enfermedad.

Actualización de enero de 2018

Han pasado más de 7 años desde que a Jessica le dijeron que estaba libre de cáncer como resultado de su participación en un ensayo clínico. Además, el medicamento del ensayo que recibió fue aprobado por la FDA hace siete años. Jessica regresó a casa y volvió al trabajo y a su vida en el sur de California. Jessica se casó recientemente con Jeff, su amor de mucho tiempo, en noviembre de 2017. 

Jessica Jeff WEDDINGweb