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La historia de Shanti

A la familia de Shanti le encanta pasar tiempo al aire libre. Aprovechando que su estado natal es Colorado, les encanta montar a caballo, pasear en familia y jugar con sus perros. También les gusta esquiar y viajar. Sin embargo, muchas de sus actividades juntos se han visto desbaratadas por un diagnóstico de cáncer... y viajar ya no es un pasatiempo familiar, sino que se ha convertido en un salvavidas.

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En noviembre de 2018, Shanti y su esposa Leslie iban de camino a casa después de la última intervención de reconstrucción mamaria de Leslie tras su periplo oncológico. "Estábamos en una farmacia cuando el lado izquierdo del cuerpo de Shanti se adormeció", recuerda Leslie. "Llamamos al 911 y una ambulancia se llevó inmediatamente a Shanti al hospital". Los médicos encontraron una masa en el cerebro de Shanti: era un glioblastoma. El diagnóstico pondría su mundo patas arriba.

Con tres hijos pequeños y una esposa que se estaba recuperando de su propio diagnóstico de cáncer, Shanti se había convertido en el principal sostén de la familia. Leslie había reducido su negocio inmobiliario mientras luchaba contra el cáncer de mama, pero ahora las tornas cambiaban.

El cáncer cerebral de Shanti se deterioró rápidamente. Tenía convulsiones y ya no podía trabajar. Para complicar aún más las cosas, como residente en Colorado, estaba lejos de cualquier centro oncológico de renombre. "No podíamos encontrar un médico dispuesto a operarle", explica Leslie. "Sabíamos que lo necesitábamos en manos de alguien del MD Anderson". Así que volaron a Houston, Texas.

En el MD Anderson, Shanti encontró un médico dispuesto a extirpar la masa. Allí también entró en un ensayo clínico. Pero formar parte de ese ensayo también significaba volver con frecuencia al MD Anderson, y unos gastos de viaje que se acumulaban rápidamente.

Antes de que el cáncer devastara a su familia, Leslie dice que ella y Shanti construyeron la casa de sus sueños. Sin embargo, tras el diagnóstico de cáncer de él, la vendieron. "Recortamos mucho", recuerda Leslie. "Pero nunca pudimos recortar lo suficiente como para permitirnos cómodamente todos los viajes a Houston". Cada tres semanas iban de Denver a Houston durante tres días seguidos. Un solo viaje podía costar hasta 2.500 dólares por los vuelos, el hotel, el aparcamiento y los Ubers combinados. Los gastos de viaje para llegar al MD Anderson desde Colorado estaban agotando sus finanzas.

ShantiandLeslie
Shanti y Leslie

Mudarse a Texas no era una opción. Toda su familia está en Colorado y necesitan el apoyo más que nunca. Así que Leslie acudió a una trabajadora social del MD Anderson y le dijo que las crecientes facturas les estaban agobiando. La trabajadora social les sugirió que buscaran en varias organizaciones, incluida la Fundación contra el Cáncer Lazarex.

"Había algunos programas diferentes que ofrecían algo de dinero aquí y allá. Uno ofrecía dinero para uno o dos vuelos. Pero entonces nos pusimos en contacto con Lazarex, y nos ayudaron mucho". La Fundación reembolsa a Shanti la mayor parte, si no todos, los gastos de viaje para llegar al juicio, lo que alivia la carga financiera y el estrés.

Leslie dice que no está segura de que Shanti hubiera podido seguir inscrito en el ensayo clínico si no hubiera sido por Lazarex. "La idea de tener que tomar esa decisión de seguir o no en un ensayo clínico era insoportable. La ayuda de Lazarex hizo que esa terrible decisión desapareciera. Hemos estado luchando contra el seguro y lidiando con otras tensiones, así que fue un gran alivio cuando Lazarex estuvo ahí para nosotros."

Gracias al ensayo clínico y a los reembolsos por viajes que permitieron a Shanti seguir inscrita, Leslie dice que sus hijos han tenido tiempo extra con Shanti. "Llevamos 28 meses con una enfermedad que tiene una vida media de 14 a 15 meses. Hemos podido disponer de un tiempo precioso".