En 2019 Tommie estaba viviendo su mejor vida. Le encantaba ir al gimnasio con frecuencia, tenía novia y trabajaba duro como instalador y reparador de refrigeración, calefacción y aire acondicionado. Pero de repente, al parecer, empezó a desarrollar un dolor que sabía que no era normal. Inmediatamente fue al médico para que lo revisara.
La obtención de sus resultados no fue tan inmediata. Hicieron falta innumerables pruebas y visitas al médico durante muchos meses para obtener alguna respuesta. Por fin, una respuesta que tenía sentido: a Tommie le diagnosticaron "cáncer de próstata intermedio".
Por consejo de su familia, se conectó a Internet y empezó a investigar sus opciones, y por casualidad leyó sobre el California Proton Center de San Diego. Inmediatamente concertó una cita. Por desgracia, fue otra larga batalla con el seguro para conseguir la luz verde para el tratamiento. Pero Tommie es persistente, y después de muchos meses de lucha con ellos, se impuso.
Resulta que el Centro de Protones está a tres horas en coche de Lancaster, donde vive Tommie. Pero dada su condición, hizo el viaje de ida y vuelta durante los primeros 8 días de su plan de tratamiento de 32 días. Tommie dice que participó en un ensayo clínico: se saltó la atención estándar y fue directamente a este ensayo clínico porque es lo que los médicos dijeron que le ayudaría más. El mayor reto fue recorrer la distancia; "Fue duro para mí, pero estaba dispuesto a hacerlo porque no quería morir".
Por suerte para él, alguien del Centro de Protones conocía la Fundación contra el Cáncer Lazarex y le dijo a Tommie que les llamara. Lo hizo y todo se solucionó rápidamente, recuerda. "Después de 7 u 8 días conduciendo tres horas en cada sentido, Lazarex se ofreció a reembolsarme el viaje. Eso no sólo significaba kilometraje, sino que también podía pasar la noche en San Diego, descansar un poco, centrarme en mi salud y no estar en la carretera si eso era lo que necesitaba. Me sentí abrumado y agradecido. Fue un gran alivio recibir ese cheque de reembolso".
Hoy en día, el ensayo clínico de Tommie ha terminado, pero sigue acudiendo a las citas de seguimiento. Conduce hasta el Centro Proton una vez cada cuatro meses para hacerse análisis de sangre y Lazarex le sigue reembolsando el kilometraje. Dado que Tommie no puede trabajar en este momento, se trata de un gasto de viaje que, de otro modo, supondría una carga para su bolsillo. Lazarex ha aliviado esa carga financiera.
"¡Me siento muy bien! Las cosas están empezando a volver a ser como antes. Mi confianza está volviendo poco a poco. Y trato de no dar las cosas por sentado". Una cosa que dice que nunca dará por sentada es el cuidado que Lazarex ha tenido en su bienestar. "Lazarex se preocupa de verdad. Eso es raro. Alivia todo tu dolor y te levanta el ánimo. De hecho, hizo que mi tratamiento fuera más suave".
