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La historia de Christy

Christy M

Me diagnosticaron un cáncer de mama agresivo en fase avanzada la tarde de mi 43º cumpleaños. Después de muchas citas con los médicos para que opinaran sobre el tratamiento y el pronóstico, y cita tras cita, me dieron el mismo pronóstico: Mal.

No estaba segura de que la fiesta de la clase de mis hijos de 3 y 5 años sería la última, pero parecía ser inminente.

Creé mi "equipo A" de médicos y comencé un ensayo clínico local para mi quimioterapia.
Después de dos años de quimioterapia, cirugía y cinco semanas de radiación, sentí que podía empezar a respirar de nuevo. Dos meses después, mi amiga, mucho más joven y con el mismo tipo de cáncer de mama, se enteró de que su cáncer había hecho metástasis. Inmediatamente acudí a Internet con la esperanza de encontrarle un ensayo clínico. Aunque no pude encontrarle un ensayo, sí encontré un ensayo de fase I de una vacuna contra el cáncer de mama que posiblemente podría ayudarme en la Clínica Mayo.

Mientras intentaba comprender el lenguaje del ensayo, la logística de llegar con frecuencia a una institución a unos cuantos estados de distancia y los pensamientos abrumadores de cómo íbamos a poder pagarlo, encontré la Fundación contra el Cáncer Lazarex.

En el momento en que hablé con su navegador de pacientes y luego con su director de servicios al paciente, supe que de alguna manera iba a entrar en este prometedor ensayo.

Con el apoyo incesante de mi empleador y de los directivos de United Airlines, y con la ayuda de Lazarex, terminé con éxito el ensayo clínico de dos años de la vacuna contra el cáncer de mama en Minnesota. Seguiré intentando ir a la Clínica Mayo una vez al año para que me atiendan, pero ya no tendrá nada que ver con el espectacular ensayo en el que estuve. "Estuve"... ¡vaya!

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El ensayo en el que participé ha sido tan prometedor que ha pasado a la fase II. Tuvimos 21 participantes en la fase I y todos teníamos el mismo tipo de cáncer de mama agresivo de alto riesgo de recurrencia. Actualmente, todas estamos libres de la enfermedad. Qué bendición.

Es una maravilla para mí que United Airlines, que me proporcionó tanta flexibilidad, compasión y apoyo durante mi diagnóstico y tratamiento, sea un donante de la Fundación contra el Cáncer Lazarex, la misma fundación que me dio la oportunidad de participar en un ensayo tan emocionante.

Estoy eternamente agradecida a muchos, especialmente a United Airlines y a la Fundación contra el Cáncer Lazarex.

Me encantaría escribir más pero tengo ideas de meriendas para fiestas de clase que estoy planeando para mis hijos de ahora 8 y 10 años!